Vamos a trabajar ahora la conversión de las imágenes cotidianas. Esta práctica se basa en lo explicado sobre la capacidad que tienen las imágenes de crear tensión muscular y también en su capacidad de ayudar a la relajación. Es importante, como ya hemos visto, que realices este ejercicio en el mismo lugar de siempre junto con tu cuaderno de trabajo y después de realizar los relax ya aprendidos en su correspondiente orden.
Si has trabajado en las lecciones anteriores de un modo correcto con tus imágenes, has comprendido perfectamente esta verdad. Conoces por experiencia qué situaciones de la vida cotidiana te crean especial tensión y por lo tanto conoces la función de la imágen como carga portadora de tensiones.
Toma nota antes de comenzar con esta práctica de cuáles son las tensiones de tu día a día, muy parecido al ejercicio anterior, pero mas orientado a situaciones cotidianas. Para ello repasa todo lo que haces en tu vida diaria. Examina las relaciones que sostienes con otras personas: En tu trabajo, en tu hogar, en la vida social, con el sexo opuesto, etc.
Hay personas que te crean especial malestar; ya sea porque tu estás en situación de jefe o en situación de subordinado, en situación de padre, o de hijo, de maestro o de discípulo, etc. En diversas situaciones, te encuentras con distintas personas, algunas de las cuales te provocan esa especial tensión o especial desagrado.
Si recorres mentalmente estas situaciones, podrás tomar nota de las que más te molestan, para luego hacer desaparecer esas molestias.
Cuando tengas esto revisado perfectamente, comienza luego de un relax profundo, a recordar esas personas, a imaginar esas situaciones.
Detén las imágenes. Mantén las imágenes en que te ves en las situaciones difíciles... y comienza poco a poco a relajar los músculos. Pero agregando ahora algo muy importante: Añade nuevas imágenes que conviertan la situación en favorable.
Comprenderás que no es difícil imaginar esa persona (o personas)que te provoca tensión, imaginarla en una relación diferente contigo, en una relación francamente mejorada. Observa los puntos agradables de esa persona y cámbiala a una situación más satisfactoria.
Observa situaciones en que las cosas son difíciles, pero descubre que aún en esas situaciones pueden ser apreciados algunos aspectos positivos.
Busca el lado bueno de las cosas. Haz positivas esas imágenes, dales agrado, dales un cierto toque placentero. Si conviertes las situaciones o las imágenes de aquellas personas en algo positivo (a nivel de imágenes mentales y de predisposición de tu parte) y, al mismo tiempo, relajas en profundidad tus músculos, tendrás grandes avances.
Repite este ejercicio de conversión de imágenes cotidianas varias veces, hasta que al estar frente a frente con aquello con lo que tienes problemas ya no sientas desagrado, no experimentes tensiones y puedas dar, en general, respuestas correctas no violentas.
Pues como objetivo último lo que se busca es siempre dar respuestas correctas al medio externo en el que vivimos, aquel que percibimos como nuestro ámbito humano-social y en el que aspiramos movernos sin problemas...ni ocasionarlos.
La diferencia de este ejercicio con el anterior es que la "Dirección de Imágenes" despolariza las imágenes, quitándoles la carga a fin de que no provoquen tensiones...Este ejercicio, algo mas avanzado, LES CAMBIA LA CARGA, VOLVIÉNDOLAS POSITIVAS, AGRADABLES, lo que permite un saneamiento completo del contenido, que puede llevar a un cambio en el medio real, no sólo en el medio mental del que realiza el ejercicio. Por ejemplo, crear una relación no artificial con aquel compañero de oficina que tanto te desagrada...
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